domingo, 29 de noviembre de 2015

Pensar verdaderamente es dudar de todo

Es muy común escuchar decir a personas, "como dijo...", repitiendo y dando como cierto informaciones en noticias o historias como válidas cuando no se ha tenido participación directa en ellas, valiéndose de repetir lo que escucharon por ahí, y llega un momento en el que solamente repite sin entender el contexto real con el que la persona formuló la frase e ignorando el fondo de la misma porque no fue algo discernido individual y congruentemente, adaptándolo a lo que se creía, más no a lo que es. La mente suele engañarnos cuando creemos que pensamos lo que nos han hecho pensar. Nuestras emociones son condicionadas por el ego, y así alejados de la realidad nos alejamos de nosotros mismos, por ende la congruencia siempre será la base de la conciencia, porque la plena intención de saber realmente lo que es, se aleja ante la subjetividad de creer y no de observar, discernir y percatarse con bases sólidas y tangibles de lo que realmente se está sintiendo, siendo, viviendo, experimentando y deduciendo.

Pensar verdaderamente es dudar de todo, especialmente de lo que se cree pensar, y en una total calma unir las formas para encontrar el fondo, evadiendo la justificación y el autoengaño de creer que tenemos la razón por ideas, cuando ni siquiera podemos basar realmente nuestras ideas o lo que decimos que pensamos en lo que realmente experimentamos y no en lo que vamos acomodando para generar respuestas que nos permitan seguir creyendo en lo que inconscientemente obedecemos, más no en lo que verdaderamente en congruencia total estamos obteniendo como un verdadero conocimiento desde el interior. Para esto hay que amarse y obtener el regalo de darnos el derecho a nosotros mismos de equivocarnos, pero también de saber que la verdad siempre trae paz, armonía y libertad.

Salir de estos condicionamientos es fácil, solamente es cuestión de que dejes de creer en todo, absolutamente en todo lo que te han hecho creer y que te bases a lo que tú mismo eres en total coherencia más allá de las formas.

Recuerda que el sistema global del ego colectivo funciona de la misma manera que tu ego personal.

Pejecita Amor
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