lunes, 30 de noviembre de 2015

Aceptar que nosotros mismos nos hemos construído y destruído a nosotros mismos es la mejor manera de iniciar la verdadera conciencia

Aceptar que nosotros mismos nos hemos construído y destruído a nosotros mismos es la mejor manera de iniciar la verdadera conciencia que implica un conocimiento interior que no teme de lo que le dicta la conciencia y no pretende justificarse en el autoengaño para seguir los mismos procesos deductivos limitantes que nos han impedido crecer, madurar y por ende evolucionar en las emociones y en los pensamientos negativos que es donde nosotros mismos muchas veces nos perdemos, olvidándonos de nuestro ser, de lo que somos y de la naturaleza a la que formamos parte. Por ello el ego es el cautiverio de una mente que vive esclava y no puede discernir a favor de lo que es, porque las barreras son mentales y cuando se reta a esa mente el resultado es odio y resentimiento que tiene como resultado más y más daño interno, porque hay que seguir creyendo historias que nos permiten justificar que somos víctimas, cuando en realidad somos nosotros mismos los que estamos decreciendo cuando perdemos el conocimiento natural de la vida que fluye como fluyen los ríos, como fluye el eire, como fluye una lágrima espontánea ante un verdadero sentimiento y no ante una emoción enferma del ego.

Lo que hace un ser que se ama y es vida ante problemas es evitarlos. Unir, y sí no es posible hacerlo retirarse es lo más sabio, pero el ego viene unido a las dependencias y a los dramas de control humano que nos hacen caer en la complicidad dependiente. Si eres de las personas que siempre tienes en problemas de todo tipo, odiándose entre familia, hablando mal, chismes sin fundamento, enfermedades, accidentes o le echas la culpa a tus padres, a tu pareja o hijos por lo que vives, estás siendo presa del ego. El ego se esconde en todas y cada una de las justificaciones que nos impiden ver la realidad de lo que nosotros mismos estamos o no haciendo en la responsabilidad de nuestra existencia.

Tomar conciencia de vida es aceptar todos nuestros errores y quizá reirte de ellos cuando no puedes hacer nada para remediarlos, sin culpa, y así seguir con plena conciencia concientizando que pasaste por ese error sin necesidad de seguir cayendo en la misma actitud que te ha llevado a perder lo ganado cuando aprendes de errar.Es poder encontrar siempre la respuesta de amor que nos lleve a liberar a nuestro ser de todas, absolutamente todas las ataduras del ego, con amor, fluyendo, sintiendo, sin miedo, sin intentar controlar ni forzar.

Pejecita Amor
www.facebook.com/PejecitaAmor

No hay comentarios:

Publicar un comentario