Aceptar que nosotros mismos nos hemos construído y destruído a nosotros mismos es la mejor manera de iniciar la verdadera conciencia

Aceptar
que nosotros mismos nos hemos construído y destruído a nosotros mismos
es la mejor manera de iniciar la verdadera conciencia que implica un
conocimiento interior que no teme de lo que le dicta la conciencia y no
pretende justificarse en el autoengaño para seguir los mismos procesos
deductivos limitantes que nos han impedido crecer, madurar y por ende
evolucionar en las emociones y en los pensamientos
negativos que es donde nosotros mismos muchas veces nos perdemos,
olvidándonos de nuestro ser, de lo que somos y de la naturaleza a la que
formamos parte. Por ello el ego es el cautiverio de una mente que vive
esclava y no puede discernir a favor de lo que es, porque las barreras
son mentales y cuando se reta a esa mente el resultado es odio y
resentimiento que tiene como resultado más y más daño interno, porque
hay que seguir creyendo historias que nos permiten justificar que somos
víctimas, cuando en realidad somos nosotros mismos los que estamos
decreciendo cuando perdemos el conocimiento natural de la vida que fluye
como fluyen los ríos, como fluye el eire, como fluye una lágrima
espontánea ante un verdadero sentimiento y no ante una emoción enferma
del ego.
Lo que hace un ser que se ama y es vida ante problemas
es evitarlos. Unir, y sí no es posible hacerlo retirarse es lo más
sabio, pero el ego viene unido a las dependencias y a los dramas de
control humano que nos hacen caer en la complicidad dependiente. Si
eres de las personas que siempre tienes en problemas de todo tipo,
odiándose entre familia, hablando mal, chismes sin fundamento,
enfermedades, accidentes o le echas la culpa a tus padres, a tu pareja o
hijos por lo que vives, estás siendo presa del ego. El ego se esconde
en todas y cada una de las justificaciones que nos impiden ver la
realidad de lo que nosotros mismos estamos o no haciendo en la
responsabilidad de nuestra existencia.
Tomar conciencia de vida
es aceptar todos nuestros errores y quizá reirte de ellos cuando no
puedes hacer nada para remediarlos, sin culpa, y así seguir con plena
conciencia concientizando que pasaste por ese error sin necesidad de
seguir cayendo en la misma actitud que te ha llevado a perder lo ganado
cuando aprendes de errar.Es poder encontrar siempre la respuesta de amor
que nos lleve a liberar a nuestro ser de todas, absolutamente todas las
ataduras del ego, con amor, fluyendo, sintiendo, sin miedo, sin
intentar controlar ni forzar.
Pejecita Amor
www.facebook.com/PejecitaAmor
No hay comentarios:
Publicar un comentario