jueves, 5 de noviembre de 2015

La conciencia de vida te lleva a respetar la vida

La conciencia de vida te lleva a respetar la vida, y más aún la vida semejante. Cómo puede alguien justificar que se puede matar a un animalito para comerlo o explotarlo, cuando es parte de nostros. Cuando su cuerpo es semejante al nuestro, solamente es diferente el ADN de nuestra especie. Solamente eso. El animalito es parte de nosotros y nosotros parte de él y poseemos un organismo semejante, los mismos organos, nos reproducimos de igual manera, en fin. Las similitudes son tantas, pero la gran diferencia es que las demás especies no tienen ego, así vivan cautivas. Nuestra especie desarrolla el ego porque en el cautiverio de su mente creadora se olvida de pensar y de lo que en sí mismo es y toma actitudes contrarias a lo que es su esencia, porque un día se olvidó realmente de existir.

Cuanta ignorancia hay en el camino del cautiverio que todo complica, cuando vivir siendo vida nos permite ser simples y prácticos existiendo en un entorno que nos da la vida (aire, agua, tierra, clima, etc...). Ese entorno poseé la naturaleza de mantener esa vida (la nuestra y la de todos los organismos de vida que esto conlleva). La ignorancia de nosotros mismos y de nuestra naturaleza nos lleva a caer en costumbres del ego que nos hacen repetir y no pensar, porque sí nuestra especie realmente pensara y se planteara congruentemente cada acto cotidiano con plena conciencia, no se permitiría ser el destructor de la misma fuente que en este plano existencial le da la vida en su naturaleza física y biológica.

Después en ese ego busca su espiritualidad y trascender, cuando no puede trascender al ego y las emociones enfermas que le han impedido ser un ser que viva en armonía con su entorno.

Pejecita Amor
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