El acto sexual entre dos personas es un ritual de creación divina, y así en la inconsciencia se ha reproducido la vida. Si el ser que busca engendrar un ser desde lo más profundo, puede hacer de esa experiencia una experiencia fuera de lo aprendido, y buscar su propia evolución aportando la evolución de vida en cada acto, pero más aún en el sublime acto de amar profundamente al ser con el que se busca traer un ser más, que traíga pureza profunda y la vida manifiesta y consciente en todo momento para ser un ser semejante, herramienta de vida y de conciencia infinita que aporte al mundo un motivo más para ser Vida.
Pejecita Amor
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