lunes, 30 de noviembre de 2015

La Conciencia de Vida no es un movimiento, tampoco es una teoría ni una ideología. Es el completo encuentro interior con la verdad, aquella que libera al ser de las ataduras del ego

La Conciencia de Vida no es un movimiento, tampoco es una teoría ni una ideología. Es el completo encuentro interior con la verdad, aquella que libera al ser de las ataduras del ego. La verdad más allá de lo que nos dijeron que es verdad. La verdad más allá de lo que nos implementaron cuando nos hicieron saber que no había verdades absolutas. El reencuentro con la verdad es interna, cuando sabemos que no podemos autoengañarnos más, ni hay justificación para aquello que realmente es, que somos y que sentimos en la congruencia de lo que es. Conciencia de vida es jamás destruír y mucho menos justificar la destrucción. Es un camino a la verdadera evolución que empieza por no justificar el autoengaño del ego y termina cuando nos damos cuenta de que lo divino, lo celestial, lo más grande se encuentra en la naturaleza de las cosas, en la naturaleza de todo, tomando conciencia de que nuestra especie es una especie animal como todas y es ahí donde existe el valor de la humildad.

El estudio empírico de lo que es la vida en todo su contexto te llevan a ampliar esa conciencia de vida, cuando tú mismo decides hacerlo en las formas sin forma a las que la vida te ha llevado. Es un encuentro interior con el todo, pero principalmente con el respeto. Es pensar verdaderamente y no solamente seguir procesos deductivos enseñados que han limitado nuestro discernimiento real y expansivo. Es dejar de repetir lo que dicen los libros, los "Maestros", los "sabios" y escuchar la voz interior del Ser, y así mismo empezar a ser congruencia en ese conocimiento universal del que no son dueños los "sabios" y "Maestros" impuestos por el sistema, sino que es un patrimonio universal de la existencia, de la vida, de la conciencia, y es ahí, cuando eliminamos todo pensamiento creado que encontramos el Ser, no para seguir meditando, ni para seguir contemplando las cosas desde el vacío, sino haciendo de ese vacío y de esa meditación una actitud ante la vida que es tan solo de paz y felicidad que fluye naturalmente sin intentar controlar ni ser controlados más que por las fuerzas naturales de la vida, donde formamos parte de un organismo perfecto, en la observación del fluír de todos los organismos que fluyen perfecto, desde el micro hasta el macrocosmos.

Pejecita Amor
www.facebook.com/PejecitaAmor

No hay comentarios:

Publicar un comentario