Amarquía

Amar, una verdad que libera del ego. Empezar a reconocernos como vida y retomar la esencia, la naturaleza desde el fondo hasta las formas. Volver al órden natural. Volver a amar, volver a ser y dejar de creer en lo que no es realmente congruente. Dejar de repetir lo que otros dicen, dejar de obedecer, dejar las creencias ciegas y empezar a mirar con ojos de niño y conciencia de adulto evolucionado que sabe que fluyendo puede recibir el avance de su conciencia sin intentar controlar lo que tiene que emerger desde lo más profundo de lo que es. Respirar el aire desde dentro, el respiro mismo de la vida hecha pensamiento y el pensamiento hecho vida.

No llevar lineamientos, no tener un libro específico, sino saber que todo, absolutamente todo lo que fluye y viene desde lo más profundo trae un mensaje de vida. Es estar alerta a esos mensajes, a todo lo que la vida nos regala como sorpresitas educativas que nos van enseñando el camino interior, donde ahí estamos realmente unidos con el todo que nos rodea, porque las formas suelen ser confusas, pero el fondo siempre es una verdad que libera al ser de las ataduras del ego.

AMARQUÍA es volver a amar, y así descubrir que la vida es realmente inteligente en su contexto único y perfecto que empata con la evolución del infinito. Infinito que aún no conocemos, porque siempre será infinito, pero mientras más nos acerquemos a nosotros, más podremos descubrir de ese sin fin de vida.

Pejecita Amor
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