Ser,
más allá de lo que vemos. Creer que nosotros somos simples formas de
vida creadas por el hombre virtual, así como el mismo hombre crea a
semejanza de su ego robots, computadoras y programas que sí bien son
buenas, lo son más cuando se pueden crear sin destruír, y se puede
desarrollar desde el interior la misma capacidad y más aún. Ego que nos
hace creer que somos lo que nos han hecho ser y no
nos atrevemos a conocer lo que verdaderamente representa "Ser VIDA".
Vida que lo es todo y para el hombre actual no es nada, porque rehuye de
todo lo natural. Lo rechaza porque se rechaza a sí mismo. Le han
enseñado a modificarse en todo aspecto desde que nace, cambiando su
naturaleza y condicionándola a las simples formas, a la apariencia, a
los estereotipos, a las limitaciones cuadradas o redondas que el sistema
del ego impone como moldes culturales, religiosos, sociales y
políticos. Distrayendo al ser de sí mismo, de sus pensamientos. Hoy la
mayoría no puede ni siquiera estar en silencio, en una meditación
natural, escuchándose a sí mismo en lugar de escuchar la voz del ego que
calla las voces internas de la verdad que es congruencia entre pensar,
sentir y ser.
Hombre, especie que dejó en algún momento de ser humano para convertirse en un ser que cree pensar, y así piensa que se evoluciona desde la destrucción de la vida y de renegar de su naturaleza, misma que lo creó. Olvidándose de aquella alma. Olvido que lo hace olvidarse de su naturaleza energética, y así bloquea esa naturaleza con comidas, bebidas que consume en la inconsciencia, pero ante el afán de parecer ante el espejo el ser que le han impuesto ser, cuando muchas veces se avergüenza de su raza, de su color de piel, de su edad, de su fisonomía completa. La apariencia le vale más que su conexión con la naturaleza que es su real salud orgánica que se encuentra en esa conexión física y mental con la vida. Vida a la que pertenece y que jamás le pertenecerá al hombre que vive en cautiverio mental y físico, alejado de sus instintos, de su capacidades interiores. Hombre cautivo que ha optado por crear ilusiones virtuales de lo que son en realidad sus capacidades interiores. Sin embargo, por más que se mire en un espejo que emite su reflejo, poco se conoce, más se conocerá realmente cuando se refleje en los ojos de todas y cada una de las especies de vida, a las que asesina cruelmente y discrimina llamándolos "animales". Cuando la realidad es que ese es el espejo válido de un ser que se refleja en el punto clave de la naturaleza de su verdad interior, que lo lleva a conocerse, al conocer la VIDA.
Pejecita Amor
www.facebook.com/ PejecitaAmor
Hombre, especie que dejó en algún momento de ser humano para convertirse en un ser que cree pensar, y así piensa que se evoluciona desde la destrucción de la vida y de renegar de su naturaleza, misma que lo creó. Olvidándose de aquella alma. Olvido que lo hace olvidarse de su naturaleza energética, y así bloquea esa naturaleza con comidas, bebidas que consume en la inconsciencia, pero ante el afán de parecer ante el espejo el ser que le han impuesto ser, cuando muchas veces se avergüenza de su raza, de su color de piel, de su edad, de su fisonomía completa. La apariencia le vale más que su conexión con la naturaleza que es su real salud orgánica que se encuentra en esa conexión física y mental con la vida. Vida a la que pertenece y que jamás le pertenecerá al hombre que vive en cautiverio mental y físico, alejado de sus instintos, de su capacidades interiores. Hombre cautivo que ha optado por crear ilusiones virtuales de lo que son en realidad sus capacidades interiores. Sin embargo, por más que se mire en un espejo que emite su reflejo, poco se conoce, más se conocerá realmente cuando se refleje en los ojos de todas y cada una de las especies de vida, a las que asesina cruelmente y discrimina llamándolos "animales". Cuando la realidad es que ese es el espejo válido de un ser que se refleja en el punto clave de la naturaleza de su verdad interior, que lo lleva a conocerse, al conocer la VIDA.
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