La energía es parte fundamental de nuestra propia vida

La energía es parte fundamental de nuestra propia vida. Con ella le damos a nuestro organismo alimento, así sea con la comida o el simple hecho de sentir en nosotros mismos esa energía que poseé un conocimiento de vida y que muchas veces nos da una fuerza interior muchas veces inexplicable. Desconocernos a nosotros mismos es seguir en la ignorancia, ignorando lo obvio, lo que nos hace ser, porque hasta las neuronas necesitan energía eléctrica para funcionar y conectarse en sus redes neuronales. Todo es energía, todo es vida y muchos sanan con energía, porque la energía mantiene la vida como fundamento básico.

Un robot necesita moverse con una fuente de energía, al igual que una máquina. Observar y dejar de creer, empezar a ser realmente congruentes es basarnos en lo que observamos, más no en lo que nos dicen que es y que no es. Lo que nos dicen es un conocimiento vacío, sea o no sea real. La experimentación, la observación y el discernimiento son el método de ciencia que requiere una mente que realmente piensa, porque el pensamiento no es memorizar frases que dijeron otros, ni recordar conocimientos, sino encontrar en el tiempo real de vida aquí y ahora, la congruencia exacta de lo que es, porque le vamos a agregar a lo que observamos, experimentamos y deducimos un ingrediente que muchos han olvidado: lo que sentimos, que es lo que nos conecta al conocimiento de la vida.

Cuando observemos la realidad sin intentar justificar lo que hasta ahora nos han enseñado que es, descubriremos como nuestro organismo necesita vida. Vida que nos ofrece la alimentación natural, que se convierte en vitalidad (vita=vida) en nostros y no productos animales que son el resultado de la esclavitud, violencia, sufrimiento y muerte de seres exactamente semejantes a nosotros y que al ingerirlos nuestro organismo se debilita, porque las energías de muerte son densas y nos mantienen en un estado de enfermedad tanto físico, mental y por ende espiritual.

Descubrir por nosotros mismos es el reto. Experimentar y dejar de repetir argumentos de justificación que son repetitivos y que suelen ser incongruentes, porque la vida es un conocimiento real de crecimiento, y jamás será algo que nos lleve a crecer el hecho de dañar, destruír y justificar lo que es obvio para mantenernos igual y evadir el cambio en nuestra vida. En el total respeto a la vida y el amplio conocimiento de lo que es. La verdad existe y es vida, como tú, como yo, como el todo.

Pejecita Amor
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