La
apatía generalizada, la falta de objetivos que rompen con el sistema
actual, es un condicionamiento mental establecido en los sistemas
educativos.
Un niño nace libre y se va volviendo esclavo en sistemas que limitan su capacidad de crear, de asombrarse ante lo que van conociendo, de conocer la vida, y así poco a poco un ser natural y perfecto se va convirtiendo en una máquina del sistema. En un ser que gusta de lo que le dicen que debe gustar, que come lo que le dicen que debe comer, solamente para que realice las labores del sistema mismo que no permite pensar, vivir y salir del cautiverio mental. Ese sistema está condicionando a través del ego, por la creación de emociones enfermas que rompen con la naturaleza de lo que es, y ese ser cae en la obediencia absoluta por miedo al castigo impuesto, y así la resignación y la apatía es su pan de cada día, donde hasta duda de querer salvar su vida, porque ya no siente tenerla, ni siquiera su instinto de supervivencia sobrevive a los sistemas de control.
Te enseñaron a repetir lo que un Maestro dice y no hay más premio que memorizar ese contenido para sacar una buena nota, sino eres reprendido, y así repites lo que dice la TV, las religiones, los políticos, los libros y los slogans publicitarios masivos. Todo esto por miedo al castigo, al rechazo. Miedo a salir de lo establecido porque fuiste adoctrinado para creer y no eres libre, no puedes ser libre si tus cadenas emocionales al ego siguen limitando tu verdadera capacidad de siquiera pensar que existe otro mundo más allá del sistema.
Un niño nace libre y se va volviendo esclavo en sistemas que limitan su capacidad de crear, de asombrarse ante lo que van conociendo, de conocer la vida, y así poco a poco un ser natural y perfecto se va convirtiendo en una máquina del sistema. En un ser que gusta de lo que le dicen que debe gustar, que come lo que le dicen que debe comer, solamente para que realice las labores del sistema mismo que no permite pensar, vivir y salir del cautiverio mental. Ese sistema está condicionando a través del ego, por la creación de emociones enfermas que rompen con la naturaleza de lo que es, y ese ser cae en la obediencia absoluta por miedo al castigo impuesto, y así la resignación y la apatía es su pan de cada día, donde hasta duda de querer salvar su vida, porque ya no siente tenerla, ni siquiera su instinto de supervivencia sobrevive a los sistemas de control.
Te enseñaron a repetir lo que un Maestro dice y no hay más premio que memorizar ese contenido para sacar una buena nota, sino eres reprendido, y así repites lo que dice la TV, las religiones, los políticos, los libros y los slogans publicitarios masivos. Todo esto por miedo al castigo, al rechazo. Miedo a salir de lo establecido porque fuiste adoctrinado para creer y no eres libre, no puedes ser libre si tus cadenas emocionales al ego siguen limitando tu verdadera capacidad de siquiera pensar que existe otro mundo más allá del sistema.
Pejecita Amor
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