Aquel
camino ilimitado de vida es el que te lleva inexorablemente a dejar de
justificar lo injustificable. Justificación que hoy limita al hombre a
ser uno con la naturaleza misma. Aquellas ideas impuestas, las
dependencias de lo que parece ser y la educación impuesta para no
madurar mentalmente y sostener las formas de existencia tal y como están
actualmente, hacen que el hombre se desarrolle en cautiverio
físico y mental, donde su cautiverio radica en el ego que alimenta en
su mente y que no le permite abrirse a una verdad de vida que es
totalmente congruente y liberadora, porque no es una idea cómoda
impuesta, sino es el fruto de la vida misma. El resultado de la
evolución y la constancia de lo que es la vida, tan simple, en la
naturaleza de lo que es y no de lo que mentalmente tenemos que
modificar para ajustarnos a lo que nos han dicho subjetivamente que es.
Pejecita Amor
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