EL
EGO SURGE COMO UN VIRUS, UN CÁNCER, UNA ENFERMEDAD MORTAL QUE DESTRUYE
EL SER, Y AHÍ RONDAN LOS ENGAÑOS MATERIALES DE LA ILUSIÓN DE ESTE MUNDO.
La conciencia de vida, la naturaleza de la vida es simple, sin apegos, sin dependencias, y ahí es donde vemos el punto evolutivo de quien tiene y basa su valor en lo que tiene y no en lo que es. En lo que da y en lo que verdaderamente siente. He ahí el autoengaño más profundo que tiene un ser que no puede mirar más allá de lo que le dijeron que es. Dinero, papeles, números, objetos que se poseén, pero no dan verdaderamente nada al ser, a ese ser que tiene que experimentar, madurar, crear, pensar, soñar, despertar y realizar la tarea de vida, de esa vida a la que pertenece y que por el ego rechaza y se desconoce en sí mismo creando una imagen y semejanza de ese mismo dinero que no poseé sino que le poseé a través del ego que ciega y pierde del verdadero camino de vida a aquel que se deja morir en vida en ese olvido de sí mismo. Dinero que da poder mundano a los que siguen presa del ego, pero da miseria interior a aquel que se apega a creer en que la vida es una competencia de números, posesiones, influencias y engaños. La pobreza no se mide en números, se mide en los esquemas que te niegas a romper y las veces que has dejado de ser tú, de amar, de fluír con la vida, de ser libre y de tomar conciencia de que la Vida es una verdad de ser que rompe con lo que tú crees que es.
La conciencia de vida, la naturaleza de la vida es simple, sin apegos, sin dependencias, y ahí es donde vemos el punto evolutivo de quien tiene y basa su valor en lo que tiene y no en lo que es. En lo que da y en lo que verdaderamente siente. He ahí el autoengaño más profundo que tiene un ser que no puede mirar más allá de lo que le dijeron que es. Dinero, papeles, números, objetos que se poseén, pero no dan verdaderamente nada al ser, a ese ser que tiene que experimentar, madurar, crear, pensar, soñar, despertar y realizar la tarea de vida, de esa vida a la que pertenece y que por el ego rechaza y se desconoce en sí mismo creando una imagen y semejanza de ese mismo dinero que no poseé sino que le poseé a través del ego que ciega y pierde del verdadero camino de vida a aquel que se deja morir en vida en ese olvido de sí mismo. Dinero que da poder mundano a los que siguen presa del ego, pero da miseria interior a aquel que se apega a creer en que la vida es una competencia de números, posesiones, influencias y engaños. La pobreza no se mide en números, se mide en los esquemas que te niegas a romper y las veces que has dejado de ser tú, de amar, de fluír con la vida, de ser libre y de tomar conciencia de que la Vida es una verdad de ser que rompe con lo que tú crees que es.
Pejecitra Amor
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