lunes, 11 de enero de 2016

Hemos limitado nuestra capacidad de sentir

Hemos limitado nuestra capacidad de sentir y con ella la verdadera fuente de la sexualidad que es realmente sentir lo que somos desde lo más profundo del SER, lo que realmente somos y nos conecta a la fuente exacta y perfecta de la vida que está unida con el todo de vida infinito.

Nuestra mente ha sido una cárcel condicionada a tabús de lo que realmente nos conecta al conocimiento real de la existencia de vida, y de esa forma hemos hasta creado violencia con palabras de órganos de nuestro cuerpo que es templo de vida y por ende crea vida, como crea vida cada palabra, acto, pensamiento y trasmisión que emitimos de neustro estado general.

Al reprimirnos sexualmente nos reprimimos de nosotros mismos de la verdadera libertad, por ello la sexualidad ha deformado en lujuria, en insanidad. Se ejerce una sexualidad alterada donde se reproduce la vida en las formas más anti-naturales que son en una sexualidad que desconoce el verdadero sentir y lo convierte en un juego de sensaciones de final (orgasmo) que los aleja de verdaderamente sentir la plenitud del contacto humano de dos seres que se aman, se sienten y se condensan en el instante vivo de estar unidos en la dimensión única de la Vida, AQUÍ Y AHORA.

Pejecita Amor
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