Cuando
era niña yo pensaba que todas las personas eramos una Gran familia. No
veía diferencias. Obviamente venía del amor y la Vida, no había otra
lógica para saber. Me confundí un tiempo, pero retomé esa lógica natural
que me da respuestas congruentes y claras. Al final me doy cuenta de
como las personas más "civilizadas" crean de sus familias sectas donde
no te permiten entrar, donde solamente aman
a sus hijos y no se permiten la real y sana convivencia de verdadero
amor y respeto con las demás personas. Por lo general las personas se
reunen por interés del ego, muchos de ellos para tomar alcohol y comer
cadáveres. Así se generan círculos de amistad enfermos creados por el
ego y no por lo que es. Ampliar nuestra capacidad de vernos como familia
todos, sin especismo, sin clasismo, racismo, nacionalismo, edad y
cualquier diferencia, es una capacidad que tenemos, natural y sana, que
no solamente yo tenía de pequeña, sino que todos la hemos traído como un
instinto y que vamos olvidando por disfrazar esa naturaleza que hay en
nosotros como resultado de nuestro cautiverio como especie, con ego que
conforma emociones, moldes y pautas limitantes que te hacen ser un ser
muy limitado que no se permite evolucionar, y así ve a sus semejantes
con competencia, con afán de debatir y de siempre ganar, de creer que se
tiene la razón.... y al final nos damos cuenta de que nada de eso tiene
sentido, sino el más maravilloso de los momentos, el reencuentro con la
vida, con esa vida infinita que nos une a todo y que dejamos de sentir
por vivir en la cárcel mental que nos impone un mundo de animales
humanos en cautiverio.
Pejecita Amor
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