La
justificación nunca es algo que nos permita realmente ser responsables,
y por ende madurar mentalmente Por esa razón nuestro discernimiento se
ve limitado.
Nuestra civilización justifica todo, los errores,
la incapacidad de ver, de ser, de pensar, de sentir; las limitaciones y
hasta lo obvio.
La madurez es la falta de responsabilidad ante lo que es obvio, lo que la conciencia dicta, y es un condicionamiento mental intentar justificar todo por miedo a la responsabilidad que a su vez es miedo al castigo.
El amor y el miedo son energías opuestas. Seamos amor, seamos una
fuerza de vida evolutiva que sale hoy del cautiverio de lo que no es, y
por ende no somos. Ser es ser vida y el amor es la energía que da vida.
Pejecita Amor

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